Hoy es el día de la mujer emprendedora, y pensando estos días en ello, me doy cuenta de cuanto nos merecemos celebrarlo. Porque la emprendedora es una mujer llena de luces y de sombras.
Yo que cada día trabajo con vosotras, ¡y que yo misma soy una más!, quisiera a veces tener el espejo de la madrastra de Blancanieves, o la bola cristal de La Bestia, para haceros ver cuanto valéis. ¡Y es que dudáis tanto de vuestras posibilidades!.
A menudo pensáis que los demás están mejor preparados, que tienen más formación o más experiencia, que se comunican mejor, que les va mejor, que son más capaces. Y que pocas veces es así.
Porque la verdad es que estáis muy bien preparadas, unas porque os habéis instruido a fondo, y otras porque la vida os ha hecho sabias. Tenéis empuje, sois colaboradoras, resolutivas, creativas, ingeniosas, no sabéis de todo, pero en lo que os apasiona sois maestras.
Y además, es que soléis ser tan perfeccionistas, que os cuesta estar satisfechas con vuestros resultados, porque pensáis que lo podéis hacer mejor, porque os exigís todo.
Y es que además, por si ser emprendedora 24 horas al día 365 días al año no fuera suficiente, sois hijas, hermanas, madres, pareja y amigas.
La verdad es que sí, que voy a buscar en Amazon a ver si encuentro la bola de cristal para regalárosla, porque de verdad, es injusto que seáis capaces de ver vuestras sombras, pero os cueste tanto ver la luz que hay en vosotras.
Y por cierto, si encontráis la bola de cristal antes que yo, por favor, regalarme una.
¡Feliz día mujer emprendedora!, pero sobre todo ¡enhorabuena por seguir siéndolo! … a pesar de todo.