Ya ha llegado el 1 de enero de 2023. ¿Y ahora qué?. ¿Qué tal si te planteas invertir en tu negocio?.
Quieres, ¡necesitas!, hacer algo para que tu negocio despegue, y llevas meses confiando que 2023 será mejor, ¿a qué si?. El 1 de enero es como un talismán.
Pero si sigues haciendo lo mismo del año pasado, ¿qué va a cambiar?, ¿no te parece?. Llegará el 31 de diciembre y te sentirás frustrada, desanimada y estarás a punto de tirar la toalla, sino es que no lo has hecho antes de terminar el año. Eso no es lo que quieres, de eso estoy segura.
Vamos a pensar. Quizás el comportamiento de otros nos de alguna pista sobre lo que puedes hacer para que la situación mejore.
¿Te has parado a pensar por qué los propietarios de Apple, Amazon, Inditex, Cola-Cola, etc, cuentan con un equipo de apoyo y disponen de un presupuesto anual para invertir?.
Sin embargo, tu estás empeñada en lograrlo sola.
¿Acaso sabes más que ellos o tienes algún super poder que te permita conocerlo, controlarlo y poder con todo sin ayuda?. Porque yo no, te lo aseguro.
Hay dos momentos cruciales, ¡no mil!, sino dos, donde una idea/intención/propósito pasa a ser factible. ¿Te digo cuáles?.
➊ Cuando el emprendedor toma conciencia de que un negocio necesita de un plan. De un plan de negocio. Cuando tiene claro que apostar por la improvisación, por mucho entusiasmo que le ponga, es apostar por el fracaso.
➋ Cuando consciente de sus limitaciones y de que el tiempo es oro, decide pedir ayuda e invertir en ella.
Y es que cuando más lo pienso, más sorprendente me parece el razonamiento de muchos emprendedores noveles que piensan que sin inversión económica van a lograr su sueño. Pero no les juzgo, supongo que se debe a que carecen de conocimientos y/o experiencia empresarial. Y al que algo desconoce no le se puede reprender, salvo de una cosa, de querer mantenerse en la ignorancia.
Me llama la atención, que se matan por estar en las redes sociales (que es una parte del plan de negocio que se llama “estrategia de comunicación»), por crear los productos y servicios más atractivos (que es lo que llamamos “estrategia de producto”), y sin embargo, el apartado, que lo prometo, también incluye el plan y que se llama “inversiones”, ni verte ni que te vea. ¿Pero por qué?.
Ah, vale, igual estás pensando: Porque no dispongo de dinero para invertir.
¿Acaso Apple, Amazon … te crees que empezaron en la caja fuerte del tío Gilito?. Ni ellos, ni yo, ni ningún emprendedor de éxito que tienes a tu alrededor.
Lo que todos ellos si han tenido en común, es la certeza de que necesitan invertir en aquellos aspectos que no dominan o que «les roban» el tiempo.
Veo a menudo emprendedoras que no dudan en invertir en material para desarrollar sus productos, pero que les cuesta la vida invertir en pedir ayuda experta para crear un modelo de negocio que sea sostenible en el tiempo. ¿Tiene eso sentido?.
Si al final lo van a tener que hacer, ¿no es mejor preverlo desde el principio que perder el tiempo, la paciencia y la ilusión por el camino?. ¿Acaso eso no tiene precio?.
¿Y sabes lo mejor de invertir en tu negocio?.
① Que te ahorra tiempo, mucho tiempo que puedes dedicar a centrarte en lo que se te da bien en lugar de perderlo intentando hacerlo todo sola.
② Que te da una paz (palabra literal que este año he escuchado a menudo en mis mentorías), que no tiene precio. Porque la tranquilidad mental nos hace ser más eficaces y resolutivas.
③ Que logras resultados, ¡sí!, tangibles, reales y cuantificables.
No me alargo más, que para empezar el año ya está bien, pero ojalá pudiera hacerte ver que el mejor regalo que te puedes hacerte este mes de enero, es pedir ayuda y decidir invertir en tu empresa.
Si decides invertir en tu negocio, será un placer acompañarte como mentora, tan sólo escríbeme y nos tomaremos el primer té del año juntas.
Te deseo el más próspero y feliz ♡ año nuevo.
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