Estoy empezando y aún no tengo ingresos, así que no puedo invertir en mi proyecto, prefiero intentarlo por mi misma y evitar gastos.
Si estuviéramos en clase de lengua, analizaríamos la oración de este modo:
Estoy empezando y aún no tengo ingresos/
así que no puedo invertir en mi proyecto/
prefiero intentarlo por mí misma/
y evitar gastos.
Dejando sujeto y predicado aparte, vamos a ello.
ESTOY EMPEZANDO Y AÚN NO TENGO INGRESOS/
Con ello quieres decir:
Tengo tiempo porque aún no tengo clientes, y como aún no he cobrado un €, es una locura gastar dinero.
Pero la realidad es:
Que estás perdiendo el tiempo dándole vueltas a todo sin orden ni concierto, apuntándote a cursos a diestro y siniestro, y sin avanzar un metro.
Y la pregunta del millón:
¿Cada minuto que pierdes intentando hacerlo sola y que no te reporta un €, no es acaso más caro?.
Por si no lo has calculado, 2 meses de tu tiempo son más de 2.300€ según el salario mínimo.
ASÍ QUE NO PUEDO INVERTIR EN MI PROYECTO/
Con ello quieres decir:
No puedo arriesgarme.
Pero la realidad es:
Que no estás suficientemente comprometida con tu proyecto, quieres cosechar sólo con agua de lluvia, y eso, es muy improbable que suceda.
Y la pregunta del millón:
¿De verdad quieres empezar a tener resultados de los buenos sin invertir en conseguirlo?. ¡Que te está costando 1.200€ cada mes cómo mínimo!.
PREFIERO INTENTARLO POR MÍ MISMA/
Con ello quieres decir:
Me creo superwoman con poderes ilimitados y una barita mágica.
Pero la realidad es:
Que emprender sin ayuda te va a costar 7 veces más de tiempo que hacerlo acompañada de una mentora (al menos, de esta mentora), y es muy posible que no lo consigas.
Y la pregunta del millón:
¿Te has parado a pensar que la inversión en una mentora la vas a recuperar con tus primeras ventas?
Y EVITAR GASTOS
Con ello quieres decir:
Que perder el tiempo y la energía para nada no es un gasto, porque no viene en factura.
Pero la realidad es:
Que emprender sin ayuda te va a costar 7 veces más (en euros) que hacerlo acompañada de una mentora. Eso si que es un gasto.
Y la pregunta del millón:
Repito respuesta. ¿Te has parado a pensar que la inversión en una mentora de emprendedoras la vas a recuperar con tus primeras ventas?.
Cuantas emprendedoras llegan a mi tras un año o dos intentándolo solas, y siempre, siempre, me dicen lo mismo, ¿por qué no empecé por aquí en lugar de creer que podría yo sola con todo?.
Yo también me di con esa piedra alguna vez, así que te entiendo, pero tú, mejor intenta evitar el tropezón.
Escríbeme, nos tomamos un té y vemos como hacerlo juntas, ¿te parece?. Te va a costar mucho menos que seguir intentándolo sola.
Si aun no lo has hecho, subscríbete a mi newsletter para recibir noticias interesantes sobre empresa y emprendimiento.