“No quiero renunciar a que me gusten los lunes”
Estoy preparando la sesión de mentoring con Cris, la emprendedora que ha ganado el concurso “Emprendemos Contigo”, y me ha gustado tanto una frase que me ha escrito al hablarme de su proyecto que enseguida me he puesto a escribir un artículo sobre ello.
¡Cómo me identifico con ella!. Cuando hablamos entre emprendedoras de nuestras motivaciones surgen muchos motivos por lo que merece la pena ser dueña de nuestro propio proyecto: no depender de un jefe, desplegar nuestra creatividad, conciliar, tomar nuestras propias decisiones, etc, etc, pero es cierto que hay un motivo que vale por mil ¡la ilusión!.
En mi caso, si bien es cierto que en la mayoría de las ocasiones he disfrutado de mi trabajo por cuenta ajena, otras se me hacían cuesta arriba los domingos y el pensar en el final de las vacaciones de verano. Y ahora, raro es el domingo en el que no estoy deseando que llegue el lunes para ponerme a trabajar, ¡increíble!, ¿no?.
Esto me ha hecho pensar en los porqués, y me ha salido esto, a ver qué te parece, porque quizá te está pasando lo mismo.
La pereza de empezar la semana LA HE SUSTITUIDO por las ganas de poner en práctica todas las ideas que me rondan la cabeza.
El tedio de preparar un informe LO HE SUSTITUIDO por las ganas de conocer el resultado de las acciones que voy poniendo en marcha.
Las reuniones formales LAS HE SUSTITUIDO por encuentros con mis mentees relajados y super efectivos con una taza de té.
Los despachos anodinos LOS HE SUSTITUIDO por rincones agradables, como mi terracita frente al mar.
Las jornadas interminables que se hacen cuesta arriba y que dificultan conciliar LAS HE SUSTITUIDO por jornadas flexibles donde soy yo quien marca los tiempos. Día o noche, qué más da si soy yo quien lo decide.
Tener que justificar cada formación que me interesa recibir LA HE SUSTITUIDO por estar continuamente aprendiendo sin tener que dar explicaciones a nadie.
Esforzarme hasta el extremo por trabajar en los intereses de otros LO HE SUSTITUIDO por invertir cada hora en mi propio proyecto y en mis propios retos.
Mi inquietud por intentar siempre ayudar a los demás a través de mi trabajo LO HE SUSTITUIDO por conseguir hacerlo ya que la decisión ahora sólo recae en mí.
Por supuesto que tener tu propia empresa no significa que todo sea de color de rosa, ni mucho menos, pero como puedes ver, tampoco es tan negro como lo pintan.
¿Nunca te has parado a pensar que la mayoría de las personas que te desaniman a emprender jamás han tenido su propia empresa?
Entonces ¿por qué permitimos que los miedos ajenos se conviertan en propios?
Como he dicho otras veces, ni emprender es la mejor opción ni lo es trabajar para otros, porque ambas son igual de válidas y ambas tienen sus pros y sus contras. Lo importante es que descubras qué te hace tener ganas de que llegue el lunes y que apuestes por ello, sea lo que sea.
De verdad pienso, que ahora, a pesar de la crisis económica, no es mal momento para emprender, lo que es mal momento ahora y siempre es emprender por “intuición”, por “impulso”, sin datos y sin un modelo de negocio bien trabajado desde sus cimientos.
Ahora, igual que antes, hay oportunidades de negocio que prosperan, no lo dudes.
Si piensas que la pereza de los domingos por la tarde al pensar en el día siguiente se puede transformar en ilusión, ganas y energía si trabajas para ti, quizá sea el momento de afrontar ese cambio, o al menos, de valorarlo en serio. Y es que como se suele decir, sólo se vive una vez.
Si deseas escribirme y consultarme tus dudas me encantará ayudarte. En mis programas de mentoring para emprendedoras, desde mi experiencia, trabajamos juntas tu idea o tu modelo de negocio para darle forma, revisar lo que no te está funcionando, buscando las estrategias que necesitas para lograr tu objetivo.
Te invito a LA HORA DEL TÉ y a conocer mi servicio de mentoring para emprendedoras, porque recuerda:
¡NO TIENES PORQUE ESTAR SOLA!
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