No me he encontrado a nadie que se compre una casa y se vaya a vivir a ella sin luz (aunque a día de hoy es para pensárselo), ni agua, ni cama donde dejarse caer. Sin embargo, si encuentro emprendedoras que se resisten a invertir en su negocio.
No se de nadie que se compre un coche y lo deje aparcado sin moverlo.
Y si conozco a un montón de emprendedoras que deciden montar un negocio sin invertir en él.
Antes de hacer el esfuerzo económico de comprarte una casa, prevés que vas a disponer de unos ahorros o de un préstamo para hacerla habitable, ¿no es así?.
Si te compras un coche es porque tienes claro que le vas a poner gasolina o lo que quiera que coma.
Y yo me pregunto, ¿será que un negocio es menos importante?.
Porque a mucha gente nuestro negocio nos da de comer, nos permite amueblar la casa, pagar los gastos, comprarnos un coche …
¡Ah vale!, es que hay emprendedoras que trabajan desde casa, recuerdo que ese planteamiento lo he escuchado más de una vez.
Eso está bien, porque permite no invertir en un alquiler de espacio y compartir gastos de la vivienda. Así, que con un ordenador y poco más, ¡chimpum!, negocio resuelto.
Pero claro, al cabo de un tiempo, aunque te apasiona tu trabajo, descubres que como si fueras Cenicienta, te has convertido de la noche a la mañana en el principal miembro del departamento de producción, del de de marketing, del financiero, del de compras, de ventas, ¿continúo?. Y el príncipe sin aparecer.
Porque a chulas no nos gana nadie a las emprendedoras, ¡si las mujeres somos multitarea!.
Y de ahí al desaliento porque los resultados no llegan y el tiempo se va esfumando, y te estás gastando un dineral en cursos, dedicando tiempo a intentar hacerlo todo tu sola, para nada, o para poco.
¿Y eso por qué?. Porque cuando decidiste emprender no tomaste conciencia de que esto es más serio que comprarse un coche, y que necesita gasolina. Porque hacerlo todo sola, incluso lo que careces de conocimientos y experiencia, es algo que infravaloraste. Porque te resistes a invertir en pedir ayuda.
¿Sabes que emprender sin ayuda te cuesta 7 veces más en tiempo y en dinero que con alguien a tu lado que te guíe?. He hecho números, ya sabes que algunas me llamáis la señora de los datos.
Es como comprarte la casa y empeñarte, para ahorrarte dinero, en plantar la semilla para que crezca un árbol, para luego ir (tú) a talarlo y con tus manos construirte los muebles.
Una pérdida de tiempo y de dinero, porque al final, te va costar mucho mucho más. ¿Y sabes lo peor?, que por no invertir a tiempo en tu negocio, muchas emprendedoras abandonan la plaza antes de que salga el toro. Porque se desaniman y piensan que no sirven, que no son capaces.
¡Y no es cierto!, tu sabes de tu profesión y cada una de la nuestra. Por eso, pedir ayuda, como se suele decir, es de sabios.
¿Te imaginas experimentar la sensación de sentirte acompañada en todo momento y poder relajar la mente para dejarte ser guiada por alguien con experiencia?.
Si te animas a pedir ayuda e invertir en tu negocio para que 2023 sea tu año, escríbeme y nos ponemos a ello, me encantará estar a tu lado.
De paso, te invito a que vayas al pie de página y te des alta en mi newsletter para recibir mis consejos y noticias sobre emprendimiento cómodamente en tu correo.