Han pasado las vacaciones. Estamos con la vuelta al trabajo.
Sólo espero que no tengas síndrome post vacacional. Si lo tienes es que no leíste mis 6 tips para irte tranquila de vacaciones y regresar sin estrés.
Pero bueno, lo hecho hecho está, ¿verdad?
Preparándote para un septiembre productivo y sin estrés tras la vuelta al trabajo
Vamos a ir directas al grano. Porque septiembre es un mes, tras la vuelta al trabajo, que o bien te re-ilusionas con tu negocio, o bien te entran los miedos porque el final de año llega enseguida.
Lo que suele sucedernos, es que en vacaciones nos surgen los propósitos de cambio y de mejora. Es normal, porque sólo cuando la mente está descansada y vemos las cosas con algo de distancia, tomamos conciencia de ciertas cosas.
- De lo que queremos conseguir, sí o sí.
- De los objetivos incumplidos.
- De lo que nos está produciendo insatisfacción personal.
- De lo que no funciona. Esa rentabilidad que no termina de llegar.
- De que intentar llegar a todo y encima sin ayuda, es imposible.
Pero afortunadamente, este proceso es positivo. Sólo la toma de conciencia de algo nos permite pasar a la acción. Y ya sabes, porque lo repito a menudo, sólo las acciones distintas producen resultados diferentes.
Septiembre: un mes de nuevas oportunidades y desafíos con la vuelta al trabajo
Vamos entonces a plantearnos septiembre y la vuelta al trabajo como una oportunidad de realizar los cambios que nuestra empresa necesita.
Porque realmente la oportunidad está a tu alcance. Existir existe. De ti depende aprovecharla.
REVISA LOS OBJETIVOS DE TU NEGOCIO
Los objetivos son como los pimientos de Padrón, que unos se cumplen y otros no.
Y a lo mejor te sorprendes, pero no cumplir un objetivo de negocio no es algo negativo en sí mismo. El problema surge cuando no lo estás cumpliendo por falta de seguimiento y de estrategia.
Y cuando no tomas medidas al respecto.
Por lo tanto, al regresar de tus vacaciones y con la reincorporación al trabajo te sugiero que los revises. Que identifiques desviaciones y los hitos que se están cumpliendo. Y que no te quedes en la lectura, que el tiempo de freír las neuronas al sol ya ha pasado.
Septiembre es el momento de “remangarse”, coger el toro por cuernos y plantarle cara.
Los objetivos de la empresa empiezo a trabajarlos, tanto en mi negocio como en las mentorías con emprendedoras y empresarias, ¿sabes cuándo?. En octubre.
IDENTIFICA LAS CAUSAS DE TU INSATISFACCIÓN PERSONAL
En ocasiones mentorizo a empresarias que se han desenamorado de su proyecto.
En un momento, no sabes por qué, pero te sucede algo de esto.
- Te falta la ilusión por seguir adelante.
- Las buenas ideas te han abandonado, y la inspiración se ha marchado con ellas.
- Cuando otras emprendedoras están hablando de sus proyectos te quedas callada, porque no sabes qué decir.
¿Sabes que te está sucediendo? Probablemente has perdido la conexión personal con tu proyecto.
Las emprendedoras, y más todavía en el caso de emprendimientos sociales, necesitamos que nuestro proyecto de empresa esté conectado con nuestro propósito personal.
Busca, indaga e identifica en qué momento la cadena se rompió.
Hace poco he realizado una mentoría grupal, donde una de las emprendedoras estaba “demasiado callada”. Hasta que algo hizo “clic” y descubrió que le faltaba reintroducir en su negocio el lado humano que tan importante había sido para ella tiempo atrás.
TOMA DECISIONES SOBRE LO QUE NO TE ESTÁ FUNCIONANDO
El empeño es una virtud. Pero cuando se convierte en cabezonería, entonces no.
Perseverar es de sabios, pero no lo es la tozudez de la emprendedora que se empeña una y otra vez en insistir en lo que no le está dando resultado.
Si llevas un año volcada en una estrategia de RRSS que no te está aportando contactos, clientes ni reputación, o lo hace de manera insuficiente, ¿por qué insistes?
Si haces curso tras curso, escuchas podcast tras podcast, y sigues sin que se te de bien alguno de los aspectos de tu empresa, ¿por qué pierdes el tiempo?
Si algo no está funcionando en tu negocio según los objetivos marcados, cambia de estrategia. Ya, mejor que mañana.
NO QUIERAS HACERLO TODO SOLA
Si las personas hubiéramos sido creadas para hacerlo todo solas y sin ayuda, no existirían las profesiones.
Y las profesiones existen para que nos apoyemos unos a los otros. ¿Acaso piensas que lo que tu haces lo puede hacer cualquiera?
¿No?, entonces, ¿porque piensas que tú puedes hacer bien el trabajo de otros?
Es absurdo.
Mira, querer gestionar, controlar, analizar y tomar decisiones en aspectos de tu empresa que no dominas, es demasiado arriesgado.
- Porque dificultas que tu negocio alcance la rentabilidad a la que puede aspirar.
- Porque pierdes el tiempo, en lugar de invertirlo en lo que eres buena.
- Porque terminas estresada y te desesperas. Y cuando esto sucede, empiezas a dar palos de ciego. Y claro, no consigues tu propósito y te desanimas. Y el desánimo te hace perder la energía. Y entonces haces menos, y lógicamente, los resultados se reducen. Y vuelta a empezar.
Y lo mejor de todo, es que todo esto lo puedes evitar.
Has de ser realista, emprender requiere llevar a cabo ciertas inversiones. Obtener beneficios económicos sin invertir es imposible.
Recuperando la pasión por tu proyecto empresarial
Invertir en una mentora de negocio te va a permitir poner luz a aspectos tales como estos, por ponerte sólo un ejemplo.
- Analizar la viabilidad de nuevos proyectos.
- Crear o revisar el modelo de negocio.
- Estudiar el mercado y la competencia.
- Definir la propuesta de valor.
- Conocer y llegar al cliente ideal.
- Calcular los costes y precios de los productos y servicios.
- Crear y potenciar la marca personal.
- Elaborar la estrategia de comunicación y marketing.
- Dirigir los recursos humanos.
- Retener el talento.
- Motivar al equipo.
- Mejorar la organización interna.
Pide ayuda, hazme caso, lo que cuesta invertir en una mentora de negocio es una inversión que recuperarás enseguida.
Por lo tanto, ya ves que la vuelta al trabajo tras las vacaciones puede ser una oportunidad para tu empresa. Y para ti.
No decaigas. Sueña, esfuérzate y confía en ti. Y pide ayuda, hazme caso.
¡Feliz vuelta al trabajo!